
De la promesa digital a la práctica de la inclusión educativa
La era digital llegó a la educación con una promesa alentadora para la inclusión educativa: democratizar el conocimiento y derribar las barreras del aprendizaje mediante una educación inclusiva efectiva.
Sin embargo, esta visión de un futuro equitativo se enfrenta a una paradoja. Como señala el informe Technology in education: A tool on whose terms?, realizado por la UNESCO, el simple acceso a la tecnología no garantiza por sí mismo la inclusión educativa ni la equidad (Global Education Monitoring Report Team, 2023). Si no se planifica cuidadosamente, la implementación tecnológica puede, de hecho, amplificar las desigualdades existentes y erosionar la educación inclusiva.
Esta tensión impulsa a adoptar un tecno-realismo crítico (Selwyn, 2022), y rechazar el tecno-utopianismo —la creencia de que la tecnología resolverá por sí sola problemas pedagógicos complejos—. Desde esta perspectiva, se vuelve imprescindible analizar cómo las herramientas digitales pueden tanto reproducir como transformar las desigualdades que desafían la inclusión educativa.
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Aunque ha aumentado la conectividad y el acceso, las competencias digitales siguen representando una brecha (Herrera et al., 2025). No basta con tener conexión; importa qué tan preparado está el alumnado y los docentes, así como la calidad de los recursos educativos digitales disponibles para una educación inclusiva real.
En este escenario, la perspectiva de Ainscow (2020) sobre la inclusión como un proceso incesante de identificar y eliminar barreras, se vuelve más relevante aún para la inclusión educativa. La pregunta guía no es “¿qué tecnología usamos?”, sino “¿cómo diseñamos experiencias de aprendizaje digital que sean accesibles, adaptativas y significativas para toda la diversidad de nuestros estudiantes?”.
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Más allá del acceso: deconstruyendo la brecha digital multidimensional
El concepto de brecha digital ha evolucionado. La falta de acceso a dispositivos y conectividad (la primera brecha) sigue siendo una realidad, pero no alcanza para garantizar la inclusión educativa.

En particular, para lograr una educación inclusiva verdadera, se deben analizar las brechas de segundo y de tercer orden, que perpetúan la exclusión de formas más sutiles.
En ese sentido, la investigación contemporánea identifica al menos cuatro dimensiones interconectadas que condicionan la inclusión educativa:
1. Brecha de competencias críticas
Más allá del manejo instrumental, esta brecha separa a los usuarios que consumen contenido de aquellos capaces de crearlo, evaluarlo críticamente y participar de forma activa en entornos digitales (Van Dijk, 2020).
El informe Puentes digitales para la equidad educativa de Ceibal y Unicef (Giménez et al., 2022) confirma esta brecha y muestra cómo afecta directamente la inclusión educativa. Concretamente, un diagnóstico inicial identificó bajas competencias digitales tanto en estudiantes como en docentes.
Por ejemplo, la mitad de los docentes encuestados consideró que sus habilidades digitales eran “básicas” o “incipientes”, y muchos tenían solo un conocimiento superficial de cómo usar los recursos de Ceibal con sentido tecnopedagógico. Esto refuerza la idea de que no basta con el acceso: sin el desarrollo de competencias críticas, no hay educación inclusiva genuina.
2. Brecha de apropiación significativa
Se refiere a las diferencias en la capacidad de usar la tecnología para mejorar el capital social, económico y cultural. Mientras algunos grupos la emplean para educación y movilidad social, otros la usan principalmente para el entretenimiento, perpetuando desigualdades (World Bank, 2022).
Muchos docentes recurren a las plataformas educativas dándoles un uso de “repositorio estanco”, con propuestas de carácter lineal, en lugar de utilizarlas para mejorar el capital educativo y para impulsar la inclusión educativa. También suelen desarrollar prácticas de enseñanza, que no aprovechan la tecnología para promover aprendizajes colaborativos y adaptados a los intereses de los estudiantes (Giménez et al., 2022).
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3. Brecha de diseño inclusivo
Las plataformas educativas, a menudo, se diseñan desde perspectivas hegemónicas, invisibilizando las necesidades de estudiantes con discapacidades o de culturas minoritarias. La tecnología nunca es neutral; siempre encarna valores y relaciones de poder (Fox, 2022).

El informe de Ceibal y Unicef (Giménez et al., 2022) brinda evidencias concretas de cómo estas barreras afectan la inclusión educativa, al identificar problemas de accesibilidad en CREA: una plataforma de gestión de aprendizajes, que facilita un modelo combinado entre el aprendizaje presencial y la virtualidad.
Específicamente, dicho informe menciona problemáticas como la imposibilidad de añadir subtítulos a los videos o cambiar el color y tamaño de las letras, lo que dificulta el uso para estudiantes con baja visión o ciegos.
Actualmente funciona en Ceibal un área llamada “Ceibal Accesible e Inclusivo” (CAI) para abordar esta brecha, que propone reducir barreras para el aprendizaje y la participación, a través de la tecnología con foco en educación inclusiva (Ceibal, 2024).
4. Brecha de agencia digital
Esta brecha se manifiesta en la capacidad desigual de los usuarios para influir en las políticas y tecnologías que utilizan. La mayoría de los individuos son consumidores de herramientas diseñadas por corporaciones, sin control sobre su diseño o de los datos (Siddiq et al., 2024).
Ya Hargittai (2002) advertía que la brecha digital implicaba diferencias en las habilidades necesarias para utilizar las tecnologías de forma efectiva. Más de dos décadas después, Rivoir y Morales (2023) describen nuevas dimensiones de esta desigualdad que afectan la inclusión educativa, y que se relacionan con el uso educativo de las TIC, la capacidad docente, la innovación pedagógica (o su ausencia).
En este sentido, puede afirmarse que la brecha digital incorpora hoy un componente pedagógico relevante. El desafío pasa por diseñar intervenciones que aborden las brechas de manera integral, para asegurar que la tecnología se convierta en un puente y no en un nuevo muro.
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El diseño universal para el aprendizaje como brújula pedagógica para la inclusión educativa
Si la inclusión educativa es nuestro destino, el diseño universal para el aprendizaje (DUA) es nuestra brújula. Fundamentado en la neurociencia, el DUA invita a diseñar el currículo desde el inicio, para que sea accesible para todos. Reconoce que el problema no reside en el estudiante, sino en un diseño de “talle único”, por lo que constituye una respuesta concreta y potente para la educación inclusiva (CAST, 2024).

El DUA se organiza en tres principios que, en el entorno digital, se vuelven más relevantes aún al vincularse con estrategias digitales concretas para la inclusión educativa:
Principio 1
Proporcionar múltiples formas de representación (el “qué” del aprendizaje)
Estrategias digitales: ofrecer contenidos en formato de video con subtítulos, podcasts con transcripciones, textos compatibles con lectores de pantalla e infografías interactivas. Esta multimodalidad es un pilar de la accesibilidad y la educación inclusiva.
Principio 2
Proporcionar múltiples formas de acción y expresión (el "cómo" del aprendizaje)
Estrategias digitales: permitir la entrega de trabajos como ensayos escritos, producciones audiovisuales, podcasts o mapas conceptuales colaborativos, de forma de permitir una demostración más auténtica del aprendizaje, que impulse la inclusión educativa.
Principio 3
Proporcionar múltiples formas de implicación (el “por qué” del aprendizaje)
Estrategias digitales: diseñar rutas de aprendizaje flexibles, proponer proyectos relevantes que conecten con problemas del mundo real y fomentar la colaboración en comunidades virtuales para que los estudiantes sean protagonistas de su proceso.

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De la teoría a la práctica: pedagogías y herramientas para una educación inclusiva
El DUA se reconceptualiza, al abordar tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, especialmente en la evaluación. La inteligencia artificial ofrece oportunidades para la personalización, pero también el riesgo de que la “algoritmización” de la evaluación reproduzca sesgos y exclusiones si no se diseña críticamente (Umpiérrez Oroño et al., 2024).
Para avanzar hacia una inclusión educativa auténtica, no alcanza con integrar la inteligencia artificial en el aula: importa cómo se implementa, con qué criterios pedagógicos y con qué resguardos éticos.
El proyecto de investigación Fortalecimiento de las Competencias Digitales Docentes —enfocado en fortificar las competencias docentes para la evaluación inclusiva con inteligencia artificial—, tiene como uno de sus propósitos arrojar luz sobre estos desafíos y contribuir a una inclusión educativa basada en evidencia.
Los resultados preliminares indican que, aunque las oportunidades son grandes, persisten brechas significativas en las competencias docentes para usar estas herramientas de manera ética y pedagógica (Cabrera Borges & Questa-Torterolo, 2025; Questa-Torterolo & Madriaga, 2024; Questa-Torterolo et al., 2024, 2025a, 2025b, 2025c), lo que tensiona la construcción de una educación inclusiva sostenible.

Para materializar el potencial de la inteligencia artificial, es posible aplicar estrategias inspiradas en el DUA y la investigación-acción:
- Codiseño de instrumentos evaluativos: involucrar a los estudiantes en el diseño de rúbricas y criterios, a partir de la utilización de herramientas digitales para la negociación y la transparencia, de forma de fortalecer la inclusión educativa.
- Diversificación de formatos evaluativos: utilizar la inteligencia artificial para crear múltiples formatos de evaluación (audios, videos, infografías interactivas), que respondan a diferentes necesidades de aprendizaje y promuevan una educación inclusiva.
- Feedback personalizado e inmediato: aprovechar la inteligencia artificial para proporcionar retroalimentación que identifique áreas de mejora y proponga recursos adaptados a cada estudiante.
- Desarrollo de ciudadanía digital crítica: educar para una ciudadanía digital implica desarrollar la capacidad de analizar críticamente las tecnologías, entendiendo sus implicancias éticas y sociales, lo cual es central para una educación inclusiva.
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Diseñar para un acceso equitativo al conocimiento
En la educación digital, el acceso a un dispositivo no es sinónimo de acceso al conocimiento. Es apenas el punto de partida. El verdadero desafío de la inclusión educativa reside en los pasos que siguen.
La brecha digital es un fenómeno multidimensional que va más allá de la conectividad para abarcar las competencias de uso y los resultados significativos. Ignorar estas capas es diseñar para una minoría privilegiada. El acceso equitativo al conocimiento exige, por tanto, una estrategia que atienda estas brechas, de manera intencional, y en clave de inclusión educativa.
Frente a este desafío, el DUA no es solo un conjunto de buenas prácticas; es el andamiaje metodológico que permite construir puentes sobre esas brechas. Ofrece múltiples formas de representación, lo que asegura que la información sea perceptible y comprensible para todos, para acortar las barreras de acceso al contenido.
Además, garantiza que los estudiantes puedan navegar el entorno digital a partir de múltiples formas de acción y expresión, que demuestren sus aprendizajes, de forma de difuminar las barreras de la interacción y la evaluación. Al mismo tiempo, este enfoque conecta el aprendizaje con el propósito y la motivación de cada individuo, y asegura que el acceso no sea solo técnico, sino también afectivo y cognitivo, para traducirlo en una educación inclusiva con sentido pedagógico.

Finalmente, el acceso equitativo al conocimiento se materializa cuando el docente deja de ser un curador de herramientas, para convertirse en un arquitecto de experiencias de aprendizaje para la inclusión educativa. Es en la práctica diaria, en la calidad del feedback, en el fomento de la colaboración y en la promoción de una ciudadanía digital crítica, donde la tecnología se transforma de un simple repositorio de información en un ecosistema vibrante para la coconstrucción del saber.
Entonces, garantizar la inclusión educativa en la era digital es un acto de diseño intencional. Requiere orquestar la tecnología, los marcos como el DUA y las pedagogías con un único fin: asegurar que cada estudiante, sin excepción, tenga la oportunidad de recibir información, de interactuar con ella, cuestionarla, apropiarse de ella y crear nuevo conocimiento.
La verdadera inclusión digital se logra cuando la tecnología se vuelve invisible y lo único que brilla es el aprendizaje de cada estudiante.
Referencias y lecturas sugeridas
Ainscow, M. (2020). Inclusion and equity in education: Making sense of global challenges. Prospects, 2020(49), 123-134. https://doi.org/10.1007/s11125-020-09506-w
Cabrera Borges, C., & Questa Torterolo, M. (2025, agosto 7-8). IA en el aula de secundaria: Retos y oportunidades para la innovación educativa en Uruguay [Presentación de comunicación]. Precongreso ALIE “La investigación educativa en América Latina y el Caribe: agendas en tiempos de disputa”, Buenos Aires, Argentina.
CAST (2024). Universal design for learning guidelines version 3.0. https://udlguidelines.cast.org
Ceibal. (2024, marzo 13). Ceibal Accesible e Inclusivo (CAI). https://ceibal.edu.uy/institucional/ceibal-accesible-e-inclusivo/
Fox, A. (2022). ¿Hacia una Revolución en el Diseño Inclusivo en tiempos de crisis? Experiencias interdisciplinares en usabilidad e inclusión. Cuadernos del Centro de Estudios de Diseño y Comunicación, (153). https://doi.org/10.18682/cdc.vi153.6731
Giménez, A., Alonso, C., & De Armas, A. (2022). Puentes digitales para la equidad educativa. Hallazgos, resultados y aprendizajes de la iniciativa. Ceibal; UNICEF.
Global Education Monitoring Report Team (2023). Global Education Monitoring Report 2023: Technology in education: A tool on whose terms? UNESCO. https://doi.org/10.54676/UZQV8501
Hargittai, E. (2002). Second-level digital divide: Differences in people´s online skills. Fist Monday, 7(4). https://doi.org/10.5210/fm.v7i4.942
Herrera, P., Huepe, M., & Trucco, D. (2025). Education and the development of digital competences in Latin America and the Caribbean. ECLAC.
Questa-Torterolo, M., Cabrera Borges, C., & Tejera Techera, A. (2024, junio 26-28). Improving inclusive assessment through teacher training [Paper presentation]. EARLI SIG 1 Conference: Assessment and inclusivity in the era of digital transformation, Barcelona, España.
Questa-Torterolo, M., & Madriaga, A. (2024, junio 19-21). ¿Qué competencias tienen los docentes para evaluar a partir del uso de tecnologías digitales? Estudio de caso en Uruguay [Presentación de comunicación]. AIDIPE: XXI Congreso Internacional de Investigación Educativa, Barcelona, España.
Questa-Torterolo, M., Cabrera Borges, C., & Fajardo, C. (2025a). A case of teaching in multigrade classrooms in Uruguay: Challenges and opportunities for learning and teaching in inclusive environments. International Journal of Educational Research, 131(2025), 1-11. https://doi.org/10.1016/j.ijer.2025.102594
Questa-Torterolo, M., Cabrera Borges, C., & Umpiérrez Oroño, S. (2025b, mayo 20-22). IA en el aula: Explorando retos y oportunidades para la innovación educativa en secundaria uruguaya [Presentación de comunicación]. CIEDUC: XII Congreso Iberoamericano de Educación Científica, Heredia, Costa Rica.
Questa-Torterolo, M., Cabrera Borges, C., Padrón, Y., & Pereira, N. (2025c). Inteligencia Artificial en secundaria: Perspectivas y percepciones de docentes uruguayos. Cuadernos de Investigación Educativa, 16(2). https://doi.org/10.18861/cied.2025.16.2.4139
Rivoir, A., & Morales, M. (2023). Políticas digitales en educación en Uruguay. Tendencias emergentes y perspectivas de futuro. UNESCO.
Selwyn, N. (2022). The future of AI and education: Some cautionary notes. European Journal of Education, 57, 620-631. https://doi.org/10.1111/ejed.12532
Siddiq, F., Røkenes, F.M., Lund, A., & Scherer, R. (2024). New kid on the block? A conceptual systematic review of digital agency. Education and Information Technologies, 29, 5721–5752. https://doi.org/10.1007/s10639-023-12038-3
Umpiérrez Oroño, S., Cabrera Borges, C. & Questa-Torterolo, M. (2024). Inteligencia artificial en educación: Contribuciones desde la teoría, las prácticas pedagógicas y la investigación. Magro.
Van Dijk, J. (2020). The Digital Divide. Polity Press.
World Bank (2022). World Development Report 2021: Data for Better Lives.
Autoras
Dra. Mariela Questa-Torterolo
Es Doctora en Educación, egresada de la Universitat Autònoma de Barcelona (España). Tiene un Master en Gestión Educativa por la Universidad ORT Uruguay y es Licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad de la República (Uruguay).
Hoy en día, además de ser docente de postgrados, es la coordinadora académica adjunta del Master en Gestión Educativa y del Master en Formación de Formadores del Instituto de Educación de la Universidad ORT Uruguay.
Asimismo, es investigadora nivel I, en el área Ciencias Sociales, subárea Ciencias de la Educación, del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Dra. Verónica Zorrilla de San Martín
Es Doctora en Educación y Master en Educación, egresada de la Universidad ORT Uruguay. También es maestra de educación común por los Institutos Normales de Montevideo (Uruguay).
Se desempeñó como coordinadora de la Unidad de Desarrollo y Diseño Curricular, en la Dirección Ejecutiva de Política Educativa y Planeamiento de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).
Actualmente, además de ser especialista en Educación en Ceibal, es editora de Cuadernos de Investigación Educativa y docente en el Instituto de Educación de la Universidad ORT Uruguay.