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La importancia de hacer que las cosas sucedan

07/08/2020
“Si queremos continuar mejorando la educación en el Uruguay, los egresados del Master en Gestión Educativa tenemos mucho por decir –y más por hacer– en el sistema educativo”, sentenció Rodolfo Sosa. El egresado del Master en Gestión Educativa detalló su experiencia tras defender su tesis de forma virtual y finalizar el postgrado.

Rodolfo Sosa trabaja en el campo de la gestión educativa y en docencia directa en educación media desde hace más de veinte años. Es docente en la Universidad ORT Uruguay, específicamente, en la Facultad de Arquitectura y en la Facultad de Comunicación y Diseño. Asimismo, ya hace ocho años que forma parte del Consejo Directivo del Colegio St George´s.

En medio de la pandemia, ¿cómo fue la experiencia de defender tu tesis de forma virtual?

Evalúo de forma muy positiva el haber transitado por este escenario poco tradicional y entender que la virtualidad implica nuevas formas de trabajo, con lógicas diferentes a las de la presencialidad.

La defensa en un formato virtual supuso buscar un mayor equilibrio entre el soporte visual y el discurso oral, de forma tal que el mensaje fuera inteligible para el tribunal y diera cuenta de los aspectos más relevantes del trabajo de investigación.

Junto con otros compañeros de la cohorte, con el asesoramiento previo de la coordinadora de la maestría, decidimos ensayar diferentes estilos de presentación virtual para anticipar y evitar posibles dificultades.

La defensa virtual presenta varias ventajas como la de permitir un mayor control de los recursos didácticos o la de propiciar una mayor concentración del disertante en lo que se va a exponer. Otra ventaja que supone la virtualidad es la posibilidad de contar con expertos internacionales en la conformación de tribunales de evaluación. En mi caso, conté con la Dra. Ana María de Albuquerque Moreira, de la Universidad de Brasilia, que realizó críticas y aportes sustanciales a mi trabajo de tesis.

Para transitar exitosamente esta etapa fue fundamental el acompañamiento personalizado de tutores y coordinadores del Instituto de Educación que, en todo momento, aportaron su experiencia y profesionalismo

¿Cómo ha sido el hecho de terminar de preparar el trabajo final en dicha situación? 

Fue una experiencia de trabajo intenso: muchas horas de lectura, de escritura y de reescritura. El proceso estuvo atravesado por la incertidumbre derivada de la pandemia global, sumada a la intensidad que supone el finalizar una etapa de formación.

Otro aspecto que me gustaría destacar es el alto grado de sistematización de los diferentes cursos de la maestría. Como estudiante nunca tuve inconvenientes para acceder a toda la información, a las devoluciones de los docentes y a las evaluaciones realizadas. En cierta medida, estábamos preparados para un escenario de defensa virtual por la acumulación de experiencia previa.

¿Cuál fue tu motivación para seguir estudiando y formándote? 

La motivación principal surgió de la naturaleza misma del campo educativo y su carácter cambiante. Las exigencias de los nuevos horizontes que nos orientan día a día no se condicen con la formación de grado que la mayoría de los docentes recibimos.

Decidí realizar el Master en Gestión Educativa pues apostaba por una formación sistemática que implicara mayores niveles de reflexión sobre las prácticas institucionales y que guiaran el accionar del cambio.

¿Qué es lo que has aprendido o cuál es el conocimiento más valioso que te llevás del postgrado?

Estoy muy satisfecho con el postgrado. Como dato anecdótico, preparando la defensa de tesis, revisé el perfil de egreso en la página institucional de la Universidad y, a modo de repaso, pude comprobar que me siento formado para realizar las tareas esperadas de un Master en Gestión Educativa.

Son varios los puntos que me gustaría destacar sobre lo aprendido en estos años, pero podría subrayar dos. En primer lugar, la relevancia de pensar en procesos de asesoramiento institucional. No solamente desde el diagnóstico, sino también desde la elaboración e implementación de planes de mejora institucional. En segundo lugar, la importancia de involucrar a los actores institucionales en los procesos de investigación y cambio organizacional.

Si queremos continuar mejorando la educación en el Uruguay, los egresados del Master en Gestión Educativa tenemos mucho por decir –y más por hacer– en el sistema educativo

En tu trabajo, ¿qué aspecto considerás que vas a poder mejorar o potenciar, gracias a haber realizado la maestría?

En gestión educativa existe una acumulación de experiencia que no siempre es acompañada desde la reflexión teórica y, menos aún, desde el diseño de propuestas que se condigan con el complejo escenario institucional de la educación uruguaya.

En épocas de incertidumbre, optar por profesionalizar la gestión, no solo desde el diagnóstico, sino desde la implementación y seguimiento de planes de mejora, supone asegurar marcos de acción que posibiliten la creatividad y la innovación educativa.

El Master me permitió estar preparado para generar espacios de cambio real liderados por los actores institucionales, ya que como dice Bernardo Blejmar, “gestionar es hacer que las cosas sucedan”.


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