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“Con la pandemia nos dimos cuenta de que seguimos con los mismos problemas y que, en muchas situaciones, lo que hicimos fue digitalizar lo analógico”, aseguró el Dr. Pablo Rivera Vargas, profesor lector del Departamento de Didáctica y Organización Educativa y miembro del grupo de investigación Esbrina de la Universitat de Barcelona (España).
A pesar de que, previo a la situación sanitaria provocada por el COVID-19, había esperanza de que la digitalización iba a “traer un conjunto de procesos consolidados y de mejora”, en sus palabras, finalmente no hubo “tanta transformación”.
Entonces, ¿es buena la tecnología digital para la educación? “Es un insumo muy importante cuando quien decide el plan educativo considera que tiene una utilidad”, señaló. Asumir que, en el área educativa, es posible desenvolverse fuera del uso intensivo y activo de los medios digitales, para Rivera Vargas, es “un error”.
“El desafío que tenemos es diseñar una forma de enseñar donde los distintos dispositivos digitales o analógicos nos ayuden. Se trata de un posicionamiento que se basa en empoderar nuestra propia acción como docentes, pero proveer a los estudiantes de herramientas para que ellos también se empoderen”, complementó.
Si bien indicó que la datificación tiene “aspectos muy positivos”, también advirtió que presentan riesgos: “La expansión de las plataformas digitales no está siendo liderada ni controlada por los gobiernos. Los estados no están siendo eficientes en proteger y garantizar nuestra privacidad y derecho a la información”, destacó y agregó que eso, inevitablemente, incide en el sistema educativo.
Gracias a las corporaciones tecnológicas “hubo continuidad en la educación” durante la pandemia. El problema de base es que, en general y en el mundo, la innovación “ha estado condicionada por las grandes big tech”, explicó durante el taller titulado “Plataformas educativas, datificación y uso de las tecnologías digitales en la construcción de comunidades escolares democráticas en la era postpandémica: desafíos, y oportunidades de mejora” —que se realizó el viernes 22 de julio, en el Campus Centro de la Universidad ORT Uruguay, en el marco del proyecto Tecnologías Digitales para la Enseñanza de la Matemática—.
En dicha instancia también recalcó que las interacciones en el espacio digital dejan huellas. ¿Cómo hacer para que el profesorado se consciente de los riesgos y de las posibilidades que conlleva utilizar las plataformas digitales? ¿Cómo hacer que la datificación se convierta en una oportunidad para los centros educativos?
“Hoy en día, la democracia se construye con el acceso a los datos”, sentenció. Si bien muchos están accesibles, a su entender, nadie los trabaja porque “el saber técnico no está socializado”. “Hay que socializar el acceso a los datos porque el futuro está construido con datos”, insistió Rivera Vargas.