“En un entorno de políticas de educación inclusivas que se están instrumentando en nuestro país, podemos observar que los esfuerzos por mejorar la calidad de la enseñanza y las trayectorias de los estudiantes ―especialmente de los sectores más vulnerables―, realmente no están teniendo los resultados esperados”, aseguró Claudia De Angelis.
Durante la defensa de su tesis doctoral, titulada Actitudes hacia el abordaje de las dificultades de aprendizaje en el aula: una mirada sobre la educación inclusiva en la formación inicial docente, la egresada explicó que la formación profesional es “uno de los problemas clave” que se están desarrollando en la actualidad, en relación con la educación inclusiva y con las dificultades de aprendizaje.
Por esa razón, en su investigación, se propuso dar respuesta a las siguientes interrogantes: ¿cómo se abordan las dificultades de aprendizaje en el aula?, ¿cómo son los procesos formativos, para una educación inclusiva, en la formación inicial docente?, y, finalmente, ¿cuáles son las actitudes de los actores claves, respecto al trabajo con la diversidad?
Una formación insuficiente
“Los docentes destacan que su formación no es la apropiada para abordar las dificultades de aprendizaje”, especificó De Angelis, quien indicó que el plan de Magisterio vigente hasta 2022 destinaba únicamente 30 horas a la educación inclusiva y a las dificultades de aprendizaje. Lo cual, resulta un desafío muy grande para que, luego, los maestros “puedan incorporar conceptos tan serios, tan importantes y tan claves”.
“Aquellos docentes graduados antes del 2008 no tuvieron estos temas en sus programas. Por lo tanto, no pueden trabajar en algo que no saben. Los docentes graduados a partir el 2008, si bien tuvieron formación, entienden que es insuficiente”, resumió.
Al mismo tiempo, a nivel de la formación para el abordaje de las dificultades de aprendizaje, existen distintas barreras. La escasa o nula formación en la temática, el multiempleo, y la limitada oferta de capacitación a nivel público, son algunas de las problemáticas identificadas en la tesis doctoral, que utilizó una metodología mixta, con énfasis en lo cualitativo.
Los maestros adscriptores no tienen la formación para atender a la diversidad. No lo pueden abordar con sus propios estudiantes, y menos todavía enseñarles a los estudiantes de formación docente.
https://www.youtube.com/watch?v=IsH6MvVu07g
“La profesión de la esperanza”
De Angelis encontró una discrepancia entre la teoría inclusiva que los docentes traen de su formación y las prácticas que, efectivamente, se desarrollan en las escuelas ―lo que conduce a sentimientos de frustración e impotencia―. “Hay una necesidad de protección, que se produce ante la inoperancia que perciben para dar una respuesta adecuada a los estudiantes”, detalló.
Además de brindarles a los docentes la formación “que ellos mismos están reclamando”, a su juicio, se vuelve fundamental “cuidar a la gente que está ayudando a construir un Uruguay mejor”. “Los maestros están poniendo todo y más: están cumpliendo un rol tan importante, sobre todo en escuelas de gran vulnerabilidad”, añadió.
A partir del intercambio con directores, maestros adscriptores y estudiantes de formación de 4.º año de Magisterio, en las escuelas de práctica APRENDER (Atención Prioritaria en Entornos con Dificultades Estructurales Relativas), a la egresada le repetían que “no cualquiera puede trabajar” en dichas instituciones. De hecho, según le comentaron, “no cualquiera resiste el trabajo”, porque es “muy demandante intelectual y emocionalmente”.
Necesitamos darle fuerza, potencia, soporte y sostén a esta profesión, que es la profesión de la esperanza y de los que apuestan al futuro.
“Los docentes, hoy por hoy, necesitan respuestas: necesitan que dejemos de hablar y que nos pongamos todos a hacer”, sentenció.
Algunas ideas de mejora
Para avanzar, los actores coincidieron en trabajar por la mejora de los currículos, en la importancia de transformar las relaciones pedagógicas, y en la necesidad de desarrollar una corresponsabilidad entre la familia y la escuela. Asimismo, subrayaron que la utilización de las TICs resulta “vital” para superar las dificultades de aprendizaje y para impulsar el trabajo inclusivo.
“Sin duda, hay un gran potencial en las escuelas APRENDER”, aseguró De Angelis. ¿A qué se debe? La razón está en que hay una “valoración positiva” como un “espacio de práctica de educación inclusiva”, debido a que hay “vínculos muy importantes” que se producen entre los maestros y los estudiantes.
A su vez, la egresada destacó que hacen un uso óptimo de los recursos en dichas escuelas: “Es increíble las cosas impresionantes que hacen, con lo poco que tienen. Hacen mucho más de lo que pudiéramos esperar”.
Otra de las ideas que esbozó durante la defensa de su tesis doctoral fue la de potenciar la presencia de los estudiantes de formación docente en las escuelas APRENDER. “Se podría emplear el mismo sistema que existe en la carrera de Medicina, en el pasaje por el internado”, propuso, dado que podría dotar de mayor personal a las instituciones. “Estas escuelas requieren de gente, de ojos, de oídos, de una mirada especial. De más personas trabajando y apoyando a los maestros y a los niños”, complementó.
¿Qué hacer desde la formación docente? “Se ha propuesto que buque adaptar sus servicios a los estudiantes y no al revés”, explicó De Angelis, quien agregó que “no es que los estudiantes deban adaptarse a las propuestas”. Para ella, además de darle un mayor soporte a los docentes noveles, se debe entender que la capacitación debe ser continua.
“La formación docente debe dar una respuesta al problema de la exclusión social. Por eso, es necesario anticipar y prevenir, para poder brindar oportunidades de aprendizaje para todos”, manifestó.
Para finalizar, indicó que es clave una “transformación de las prácticas educativas”: “La formación inicial docente requiere de un fortalecimiento, que apunte a esta nueva de forma de ver la educación. Ya no podemos seguir con los modelos de la escuela rígidos; necesitamos movernos al siguiente paso”.
Tenemos que impulsar una escuela que no margine, que no excluya, que no estigmatice.
El martes 19 de diciembre de 2023, De Angelis defendió su tesis doctoral. En esa ocasión, el tribunal estuvo compuesto por la Dra. Claudia Cabrera Borges y el Dr. Wellington Mazzotti, docentes y tutores de postgrados del Instituto de Educación. También por el Dr. Gerardo Echeita, profesor emérito del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad Autónoma de Madrid.
El Dr. Jesús Manso, decano de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, se desempeñó como el director de tesis.