“No es un camino simple” la adopción del nuevo paradigma, aseguró el profesor visitante del Instituto de Educación de la Universidad ORT Uruguay. El Dr. José Ignacio Porras, además, es director de ARSChile –una consultora que, como indica su página web, identifica, monitorea y formula estrategias para que las organizaciones puedan gestionar sus stakeholders–.
Su trabajo consiste en el estudio y en la asistencia a las instituciones, en el proceso de transición hacia un nuevo paradigma organizacional en red, caracterizado por la horizontalidad. Sustituye al vertical, jerárquico y formalista, del siglo XIX que, en palabras de Porras, es mayoritario hasta la actualidad.
En el marco de su visita a la universidad explicó que el cambio de paradigma es complicado debido a que está instalado en la mentalidad de las personas y porque implica “altos niveles de discrecionalidad”, así como la capacidad de tomar decisiones en forma autónoma.
De acuerdo a lo que afirmó, los avances en la educación son “mucho más modestos que en otros escenarios como el económico o el cultural”. Puede deberse al “peso de las relaciones”, así como a la “jerarquía de la enseñanza”: “El arraigo plantea dificultades para que se produzcan cambios en la forma en que se concibe la escuela desde hace siglos”.
De todas formas, destacó que las transformaciones que se están produciendo en la sociedad, junto con la expansión de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el ámbito educativo “promueven cambios que encauzan la transición hacia el nuevo paradigma de la organización en red”.
Un ejemplo de ello es la adopción de la metodología e-learning. Según lo que expresó, allí los vínculos informales colaborativos “toman tanta relevancia como los formales”. Los roles docente/estudiante, además, se intercambian.
Si bien Porras detalló que no tiene el conocimiento suficiente para evaluar cómo está Uruguay en la materia, manifestó que “iniciativas como el Plan Ceibal dan cuenta de que las cosas están cambiando".
Por último, resaltó la adopción de este nuevo paradigma, por parte de las autoridades encargadas de la gestión educativa. A pesar de que dijo que puede ser, en muchas ocasiones, “solo discursiva”, empieza a “permear la dirección de las directrices de los centros educativos” y a tener “relevancia concreta”.