El lunes 21 de noviembre de 2016 se realizó la defensa de la primera tesis del Doctorado en Educación. Luego de casi dos horas de exposición de su trabajo ―y de brindar respuestas a las preguntas del tribunal―, Wellington Mazzotti se convirtió en el primer Doctor en Educación de la Universidad ORT Uruguay.
La investigación
“Conocer, describir y caracterizar los diferentes itinerarios por los que transitan los docentes, respecto a la incorporación de la tecnología en sus prácticas de enseñanza”. Ese fue, en palabras de Mazzotti, el propósito de su trabajo titulado Los iTICnerarios docentes: enseñantes recorriendo territorios tecnológicos.
“¿Cuáles son las diferentes trayectorias de los docentes, en relación al uso de la tecnología digital, en las actividades de enseñanza? ¿Qué factores han influenciado positiva o negativamente la conducta de los docentes? ¿Qué eventos críticos modifican las trayectorias?”, fueron algunas de las preguntas orientadoras que se planteó.
Al mismo tiempo, Mazzotti explicó la metodología usada: combinó técnicas cualitativas y cuantitativas.
Realizó 22 entrevistas semi-estructuradas y recogió 220 encuestas en siete establecimientos educativos –tanto públicos, como privados, ubicados en dos departamentos diferentes, así como en barrios y localidades distintas–. De todas formas, dichos centros tenían una disponibilidad de recursos similares e indicadores socioculturales comparables.
Los hallazgos
“La incorporación de la tecnología en las prácticas de enseñanza no es un hecho que resulte natural o espontáneo para algunos docentes”, precisó Mazzotti, a pesar de que, en su opinión “enriquece las propuestas”.
De acuerdo a lo que expresó durante la defensa, la inclusión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en las aulas está influenciada por distintos factores, como ser la cultura institucional, las creencias de los docentes sobre sus beneficios, el desarrollo profesional, las competencias y habilidades, entre otros.
A su vez, según la información que relevó, dos de cada tres docentes que declaran no tener habilidades para la tecnología no la utilizan en clase, mientras que uno de cada tres lo emplea en escasas oportunidades.
En contraste, la mitad de quienes dicen tener excelentes habilidades en el uso de las TIC, las utilizan siempre en clase y, la otra mitad, las usan frecuentemente.
Por otra parte, el docente y tutor del Instituto de Educación categorizó los itinerarios docentes –respecto al uso de la tecnología– en cuatro modelos:
- Trayectoria auténtica: se caracteriza por una evolución permanente. Los docentes que recorren esta trayectoria tienen la particularidad de estar altamente motivados y contar con una gran habilidad en el uso de las TIC. A la vez, buscan mejorar las prácticas de enseñanza con la tecnología.
- Trayectoria consolidada: incluye docentes que, al principio, no usaban la tecnología. Sin embargo, a partir de un punto desencadenante, comienzan a implementarla.
- Trayectoria incremental: consta de tres etapas y cuenta con dos puntos de inflexión. Los docentes, en una primera fase, no utilizaban la tecnología. A partir de un determinado evento, comienzan a usarla, con baja intensidad. Luego de un segundo evento, se produce un cambio en las prácticas de enseñanza.
- Trayectoria exigua: implica un uso poco intensivo de la tecnología. A pesar del contexto organizacional, los docentes la utilizan levemente, con poca convicción. Sin embargo, está latente la posibilidad de realizar un cambio.
A modo de cierre, destacó que los hallazgos de su investigación “responden a un clima muy propicio” que hay, en Uruguay, en cuanto al uso de la tecnología en clase.
Las preguntas y los comentarios
Previo a las preguntas del tribunal, la Dra. Beatrice Avalos –directora de tesis de Mazzotti y profesora visitante del Instituto de Educación– formuló unas palabras respecto al proceso recorrido.
Manifestó que fue una “excelente presentación” de una “tesis compleja”. A la misma vez, destacó que, quienes siguieron el camino desde el principio, pueden comprobar que se trató de una “trayectoria ardua pero muy rigurosa”.
El tribunal estuvo conformado por la Dra. Paula Pogré –investigadora y docente de postgrados de la Universidad Nacional de Gral. Sarmiento–, el Dr. Eduardo Rodríguez Zidán –miembro del Comité Académico del Doctorado en Educación del Instituto de Educación– y la Dra. Denise Vaillant –directora del Doctorado en Educación de la Universidad ORT Uruguay–.
Pogré fue la primera en intervenir. La miembro externo del tribunal catalogó el trabajo de Mazzotti como “serio” y “riguroso”.
Por su parte, Rodríguez Zidán subrayó que el documento, además de brindar una mirada original, aporta “categorías que contribuyen a comprender, desde otro lugar, la relación entre tecnología y enseñanza”.
“Es un trabajo extremadamente relevante; el documento y la presentación dan cuenta de un aporte al conocimiento que se tiene respecto a las trayectorias que siguen los docentes en la incorporación pedagógica de la tecnología”, concluyó Vaillant.
El veredicto
Luego de que el tribunal deliberara, Vaillant fue la encargada de leer el informe final. Ante la mirada atenta de los estudiantes del Doctorado en Educación, así como de amigos y familiares de Mazzotti, indicó que la tesis “refiere a una temática relevante, solvente metodológicamente y original por sus resultados”.
Asimismo, detalló que realizó una “excelente articulación entre las técnicas de encuesta y de entrevista, las tareas de revelamiento realizadas, y el posterior análisis de los contenidos”. Además, que “el tribunal valora especialmente la incorporación de cuadros y gráficos de elaboración propia, que sintetizan los aportes de los diferentes autores”.
“La investigación constituye una contribución valiosa al campo del conocimiento y su difusión ayudará a profundizar en los aportes de la incorporación de las TIC en las aulas”, añadió.
Seguidamente, felicitó a Mazzotti y confirmó el otorgamiento del primer título de Doctor en Educación de la Universidad ORT Uruguay.
Para finalizar, Mazzotti agradeció a la Universidad ORT Uruguay por brindarle la posibilidad de continuar con su formación y con su desarrollo profesional. A su directora de tesis “por su sapiencia, dedicación y paciencia”. También a los integrantes del Comité Académico del Programa de Doctorado que, en sus palabras, supieron orientarlo y asesorarlo académicamente cada vez que lo requirió.
No se olvidó de darle las gracias al equipo docente, administrativo, a los compañeros del doctorado y a todos aquellos que le permitieron realizar su trabajo, “por el desinteresado apoyo a la investigación educativa”.