La profesora María Azpiroz se encontraba en China enseñando español a los estudiantes de Harbin Normal University cuando comenzó a notar que los procesos de enseñanza y aprendizaje no eran los mismos que en Uruguay. Empezó a cuestionarse cómo mejorarlos, y por tanto, comenzó a investigar. De a poco fue encontrando respuestas y descubrió que también otros se hicieron las mismas preguntas. Así como Azpiroz, muchos profesores universitarios y docentes de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) deciden comenzar el camino de la investigación para canalizar inquietudes. El Doctorado en Educación de la Universidad ORT Uruguay atiende esta necesidad.
Es “un espacio para la reflexión y la sistematización de conocimientos, y la posibilidad de desarrollar una comprensión más profunda del fenómeno educativo a partir del acceso a perspectivas más actualizadas sobre aprender y enseñar, y las complejas relaciones que subyacen a estos procesos”, plantea la Mag. Claudia Lagos, estudiante chilena, quien cursa el doctorado junto a otros profesionales latinoamericanos. Se lleva a cabo en el “marco de un intercambio con compañeros y profesores que enriquecen esta instancia formativa con sus particulares miradas, intereses y experiencias profesionales”, agregó.
Este doctorado académico aporta herramientas para enfrentar los problemas educativos, ya que la investigación es un gran insumo para la toma de decisiones. En la actualidad, “apostar a la educación es clave”, afirmó la Directora del doctorado y Secretaria Académica del Instituto de Educación, Dra. Denise Vaillant. “La tarea fundamental de un candidato a un programa doctoral es la realización de un trabajo que signifique una contribución original al conocimiento”, sentenció. Asimismo, el estudiante puede “participar en la formación de recursos humanos y contribuir a la difusión del conocimiento mediante publicaciones y presentaciones en eventos científicos”, indicó.
Los grandes temas del conocimiento educativo son abarcados en este doctorado: organización y gestión del sistema educativo, procesos de enseñanza y procesos de aprendizaje, tecnología educativa, profesión docente y políticas educativas. El diseño de tesis con el que el aspirante se presenta al inscribirse debe vincularse a una de estas áreas.
Actualización permanente
Este postgrado —explicó la Dra. Vaillant— busca desarrollar en los candidatos doctorales un conjunto de capacidades para indagar, analizar e interpretar la realidad educativa a nivel nacional y regional con una visión interdisciplinaria de los problemas relevantes.
Además, la obtención del título significa un reconocimiento académico en el ámbito laboral del graduado. “Mi desarrollo profesional ha estado marcado por el perfeccionamiento y actualización permanente, por lo que hacer un doctorado era un paso lógico dentro de mi trayectoria profesional”, señaló Lagos, Directora de Pedagogía en Educación Parvularia en la Facultad de Educación de la Universidad Diego Portales.
El caso de Azpiroz, Coordinadora de Proyecto del Departamento de Educación Internacional de la universidad, fue diferente. Estaba trabajando en Harbin Normal University, había realizado la Maestría en Educación en la Universidad ORT Uruguay, había defendido la tesis, y pensó en continuar los estudios y explorar acerca de la educación internacional. “Lo que más me atrapó fue la investigación, que la descubrí tardíamente con la maestría. Por las características de mi formación de grado, soy psicóloga, no tengo una gran preparación en investigación, eso lo tuve que ir aprendiendo con el tiempo porque en mi carrera universitaria no fue uno de los fuertes”, dijo.
De esa forma el doctorado le permite profundizar en el tema que le interesa y a su vez adquirir herramientas de trabajo que no las hubiese obtenido de otra forma.
En busca de la igualdad educativa
El gran desafío que tiene que solucionar la educación en Uruguay es la desigualdad de oportunidades. Las estudiantes del doctorado coincidieron en este aspecto, sosteniendo que los conocimientos adquiridos son esenciales para enfrentar situaciones complejas. “Se ha ido agravando con el tiempo y ahora es un problema que nos estalla en la cara. Todo lo que se plantea en la educación para los próximos años tiene que pensar en disminuir esa brecha entre niños que pueden acceder a esas oportunidades educativas y los que no”, señaló Azpiroz.
El trabajo de un Doctor en Educación es esencial a la hora de implementar estrategias, ya que “investiga, aporta sus ideas y búsquedas a la sociedad, colabora con otros investigadores, difunde sus hallazgos, los comparte con otros, contribuye a adoptar decisiones de políticas educativas porque de esa forma está democratizando el conocimiento”, planteó la Mag. Margarita Romero, Inspectora de Institutos y Liceos del Consejo de Educación Secundaria, estudiante del doctorado.
No solo es un tema que aqueja a Uruguay, sino que también al resto de los países latinoamericanos, como es el caso de Chile. Según Lagos el principal obstáculo en su país es la “profunda desigualdad” que existe en cuanto a la calidad de la enseñanza, condicionada al nivel social al que se pertenece.
Así también lo afirmó la Directora del doctorado al expresar que este fenómeno y el desarrollo profesional de docentes son dos de las dificultades que aquejan a la educación en la actualidad.
Cuando se le preguntó a Lagos qué soluciones propondría frente a esta realidad enfatizó la capacidad y la formación de los profesores. Promover en ellos la actitud reflexiva y el sentido de autoeficacia “pueden mejorar su desempeño profesional futuro”, sostuvo. “En definitiva, desarrollar un razonamiento pedagógico que les posibilite entender la enseñanza como un ejercicio que implica la toma de decisiones”.
Azpiroz se enfocó en los estudiantes, en explorar las razones por las cuales existe un fracaso escolar en algunos sectores o en identificar la forma en que se pueda motivarlos a estudiar. “Hay que indagar cuál es la situación, qué es lo que espera la gente de la educación y qué es lo que se le da. Hay que conocer el lado de los estudiantes y el lado de los docentes”, señaló.
Desafíos
Contribuir a mejorar la calidad de formación de los profesores de Chile y las oportunidades de aprendizaje de los niños de ese país son las metas que motivaron a Lagos a cursar el doctorado.
En cambio, Azpiroz propone continuar en la búsqueda de preguntas interesantes que le lleven a otras en el futuro, -según ella- aprender una metodología con la cual después pueda investigar y proporcionar soluciones para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que es su propósito. Planteó como ejemplo la interrogante de si los estudiantes chinos piensan que estudiar en grupo es efectivo. “Poder escribir sobre el tema porque creo que la educación internacional es algo que tiene futuro, cada vez más gente estudia fuera de su país y cada vez hay más personas que sienten que estudiar lenguas extranjeras es tanto o más importante que tener un título”, dijo.
El desafío para los próximos años es que exista evidencia empírica producida a través de las tesis doctorales para que las autoridades educativas puedan llevar a la práctica las decisiones adecuadas y de esa forma mejorar la calidad educativa.
El Programa de Doctorado implica un "avance sustantivo en la formación de investigadores en el campo educativo para el Uruguay y en la región, al promover estudios sistemáticos especializados y alentar la investigación interdisciplinaria, lo cual lo convierte en una novedosa oferta en nuestro país que recoge, a su vez, la valiosa experiencia internacional desplegada en esta temática", concluyó la Dra. Vaillant.