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El futuro de la educación, en la mirada de Denise Vaillant

24/01/2025
En el marco del Día Internacional de la Educación ―que se celebra cada 24 de enero―, la Dra. Denise Vaillant reflexionó sobre los desafíos educativos en un mundo cada vez más cambiante, al ser entrevistada por el periodista Jaime Clara.
https://www.youtube.com/watch?v=VARh7is5PHs

Con la premisa de profundizar en el futuro de la educación, la Dra. Denise Vaillant fue una de las protagonistas del ciclo Mirada Clara, emitido por Canal 4. Durante la transmisión, la decana del Instituto de Educación de la Universidad ORT Uruguay, abordó cuatro grandes ejes: la educación del futuro, cómo abordar los desafíos educativos actuales, la utilización de la tecnología y el papel de la formación.

El futuro de la educación uruguaya 

“¿Qué nota le pondrías a la educación uruguaya?”, le preguntó el periodista Jaime Clara a Vaillant. Si bien la entrevistada destacó que “es difícil ponerle una nota”, si se quiere saber cómo va a ser el Uruguay de 20 o 30 años en adelante, es “necesario mirar el sistema educativo que tenemos hoy”

A pesar de que detalló que los desafíos “son importantes”, también fue optimista. “Si tomamos decisiones a nivel de la sociedad en su conjunto, tenemos la posibilidad de pensar en un Uruguay mejor del que tenemos hoy”, aseguró, al tiempo que advirtió que se requiere de políticas de largo aliento y sistémicas, que no sean exclusivas de un gobierno. 

El futuro cada vez más está signado por la importancia de las habilidades interpersonales, aquello que las máquinas y la inteligencia artificial no pueden hacer. 

Cómo abordar los desafíos educativos

“En los hechos, lamentablemente, la educación no es la primera prioridad en nuestro país o en Latinoamérica”, afirmó Vaillant. Hay “mucha evidencia” que demuestra que es un canal fundamental de movilidad social y de construcción de ciudadanía, pero aparece en “cuarto o quinto lugar” en la escala de preocupaciones, según las encuestas.  

Por tanto, ¿cómo enfrentar los desafíos educativos, de forma efectiva? Observar qué han hecho aquellos lugares de la región o del mundo que han sorteado situaciones iguales o más difíciles, fue una de las recomendaciones. “Tenemos que compararnos con los mejores, pero también con otros países de Latinoamérica que lo han logrado”, añadió. 

Con frecuencia, desde el punto de vista de Vaillant, al sistema educativo le cuesta mucho el cambio: “A veces, uno siente que se mueve en tres velocidades: lento, muy lento y extremadamente lento, cuando la sociedad va a otro ritmo”. Por lo que, para ella, es crucial “dotar a los sistemas educativos de una flexibilidad que hoy no tienen”. 

“A veces falta una mirada más elevada. La sociedad en su conjunto ―la clase política, los académicos y los sindicalistas― tendríamos que partir de un diálogo informado. Es decir, contar con información y saber que no hay recetas, pero que están dados los ingredientes de una buena receta”, concluyó.

El uso de la tecnología 

Los maestros y profesores conocen la tecnología; sin embargo, para la decana del Instituto de Educación, el problema radica en el uso con sentido pedagógico, para que sea una herramienta que facilite los aprendizajes y motive a los estudiantes. 

El tema es el uso o el no uso que muchos profesores y maestros hacen o no hacen de la tecnología. 

Y, si bien, de acuerdo con lo que expresó, se “han hecho avances en Uruguay”, todavía “queda mucho por hacer”. “¿Quién tiene que mover la siguiente ficha?”, preguntó Jaime Clara. “La siguiente ficha espero que pronto sea una realidad, que es un sueño que tengo, y que implica entender que la educación es responsabilidad de todos: involucra a los tomadores de decisiones, a los equipos técnicos, a las familias, a los equipos directivos y de supervisión, y a los propios maestros y profesores”, respondió Vaillant. 

El papel de la formación

No hay cabal idea de lo que significa formar a los docentes”, sentenció Vaillant, quien indicó que las experiencias vividas como estudiantes tienen una profunda incidencia en la práctica docente. Según explicó, lo que un maestro o profesor hace en el aula ―por ejemplo, cuando pone disciplina― no es tanto lo que le enseñan los libros de pedagogía, sino que está determinado por sus propias vivencias como estudiante.

Sumado a ello, la decana del Instituto de Educación señaló que la formación docente no solo debe centrarse en transmitir conocimientos teóricos, sino también en desarrollar competencias esenciales para el aula. A modo de ejemplo, debería de hacerse foco en la capacidad de generar empatía y de liderar los aprendizajes ―habilidades que no surgen por “generación espontánea”, y que por ello deberían formar parte de los currículos―. 

“Tenés que enseñar los conocimientos que generan nuevos conocimientos y, sobre todo, incorporar en la formación las habilidades blandas”, resumió.  

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