Autoridades de la Universidad ORT Uruguay, Dr. Miguel Bresciano, Sra. Ana Olmedo, profesores y tutores del Instituto de Educación, estudiantes egresados y familias que nos acompañan.
En este acto de celebración –que nos lleva a mirar los caminos recorridos– debemos, en primer lugar, dedicar unas palabras a la figura de Edith Litwin, quien acompañó al Instituto durante casi ocho años, y quien fue profesora y tutora de muchos de los que hoy están aquí.
Y este recuerdo a Edith debe ser inspirador para todos nosotros, porque ella sostuvo a lo largo de su vida universitaria un interés genuino por la investigación, la indagación, la innovación. Ella fue un ejemplo por su disposición al diálogo, por la convicción firme en el valor de la educación y en el papel del rigor científico, el desarrollo creativo y la audacia de la innovación. Ella ha sido y será una figura relevante para el mundo académico.
Personalmente me vinculé con Edith en la década de los 80, siendo yo estudiante en la Facultad de Ginebra. Ella tenía fuerte vínculos con el mundo académico francófono y, más concretamente, con los IUFM, los Institutos Universitarios de Formación de Maestros, en uno de cuyos congresos nos conocimos.
La formación docente era el tema de mi tesis de maestría y Edith fue, desde aquel entonces, una de mis informantes clave. Luego, durante mi doctorado en Canadá, retomamos contacto. Mi tema de tesis sobre la formación de formadores fue nuestro punto de contacto.
Más recientemente –y en Uruguay–, nos acercamos nuevamente por el Programa de Doctorado en Educación del Instituto, en el cual trabajamos juntas. Y también por el libro El Oficio de Enseñar, en el que Edith trabajó con mucho empeño en el verano del 2008. Varias veces intercambiamos ideas, opiniones en relación a su libro. Y creo que, en ese libro, Edith sintetiza, al final de su trayecto, lo que deseaba decirle a los educadores.
Y ese libro tiene mucho que ver con esta celebración, con todos ustedes que hoy terminan una etapa. Y también con quienes los acompañaron en ese camino, con los tutores, con los profesores, con el equipo del Instituto de Educación.
En ese libro Edith habla del oficio de enseñar, pero también refiere a la relación que se establece entre un formador y aquellos dispuestos a entrar en su taller, para juntos hacer posible la transmisión genuina de secretos del oficio, acuñados a lo largo de una larga experiencia de vida con la enseñanza.
Les decía que los actos de celebración y los encuentros como este nos permiten repensar el sentido y el valor de lo adquirido. Esta celebración da cuenta que cada uno de los que hoy reciben su nuevo título ha generado un aporte sustantivo al análisis de la amplia problemática educativa. No poco esfuerzo implicó este propósito que, además, se acrecentó con la formación de investigadores para el campo de la educación.
Para el Instituto de Educación fue un gran desafío y es hoy una gran emoción el haberlos acompañado en ese camino comprometido por la investigación, por la búsqueda de evidencia que aporte conocimiento y reflexión a los debates sustantivos de la agenda educativa contemporánea.
Cuando inicié mi labor como secretaria académica del Instituto, a fines del pasado año, una de mis primeras tareas fue leer las tesis de todos ustedes para sentir, como se dice en teoría del cambio educativo, "el espíritu de los tiempos" y poder sintonizar mejor con la acumulación –tanto en el Master en Educación como en el Master en Gestión Educativa–.
Y quiero decirles que encontré temas desafiantes, ideas inspiradoras, marcos de reflexión para hipótesis de trabajo futuras. Todos estos aportes cobran sentido, pues cada uno de ellos se inscribe en la preocupación por pensar una mejor educación para nuestro país y para la región.
En esta ceremonia, deseo agradecer la confianza de todos ustedes por permitir al equipo del Instituto acompañarlos en el camino elegido. Agradecer a la coordinadora del Master en Gestión Educativa, Dra. María Inés Vázquez, a la secretaria docente del instituto, Ing. Ana Olmedo, a los profesores, a los tutores, a Wellington Mazzotti en su trabajo virtual; a Fernando y a Leticia por la responsabilidad y la profesionalidad con la que todos han asumido su tarea.
Agradezco y celebro por la educación de Uruguay, también por América Latina, el compromiso de todos ustedes por construir una educación más justa, solidaria y fraterna. Y los felicito a todos y los convoco ahora que se gradúan a mantenerse hambrientos académicamente, a seguir investigando, reflexionando y a acrecentar el compromiso con la educación.