Autoridades de la Universidad ORT Uruguay, autoridades del Instituto de Educación, profesores, familiares, queridos compañeros. Es un honor para mí tener la oportunidad de dirigir unas palabras finales en nuestra ceremonia de graduación del Master en Gestión Educativa.
En la introducción de mi tesis de maestría cité a Estanislao Antelo que, en el 2003, escribía: “Porque no hay escuela, no hay educación, no hay cultura, sin la supuesta, pero fecunda certeza de que las cosas pueden ser de otro modo”.
Como comparto plenamente esta idea es que, en el año 2010 –y con más de 50 años de edad y ya trabajando como director de escuela, tanto a nivel público como privado–, me acerqué a la Universidad ORT para realizar el Master en Gestión Educativa. En ese momento, tenía un largo recorrido realizado, pero sentía la necesidad de profundizar en los conocimientos teóricos, que hacen a la gestión de las instituciones educativas.
Desde que comencé los estudios, hasta la defensa de mi tesis, puedo asegurar que viví –como pienso que les pasó a todos ustedes– un proceso riquísimo de intercambio de ideas y experiencias. De reflexiones, junto a mis compañeros y docentes. Un enriquecimiento, a partir de las lecturas que nos sugerían. Poco a poco, fui sintiendo como mi práctica educativa se atesoraba con los aportes teóricos.
Hoy que hablo como representante de los estudiantes, tengo también el gran privilegio de estar trabajando como tutor de las tesis de gestión, tarea que sigue fortaleciéndome y permitiéndome trabajar con un equipo de docentes responsables y profesionales.
Resta agradecer a todos y a cada uno de los que hicieron posible que este proceso de formación se completara de la mejor manera: a María Inés y Denise, Ana, Luciana, Leticia, Andrea, Gabriela, Adriana, Ana María, a Fernando, a mis compañeras y compañeros.
Paulo Freire sostiene que “el estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”, razón por la cual, cada uno de nosotros debe continuar en este permanente proceso de creación y recreación de la educación.