Oportunidades de Aprendizaje

PARTEA- LASITUACIONACTUAL 1. EL MARCO GENERAL DE LA CUESTION En las últimas décadas se ha logrado un aumento gradual en la tasa de escolaridad en América Latina y el Caribe, pero el acceso a la educación sigue siendo desigual en detrimento de los grupos más desfavorecidos. La inclusión tampoco se ha logrado porque no hay acceso universal a la misma calidad en educación. A pesar de que la educación es un campo con grandes necesidades de transformación, esa transformación es muy difícil de llevar a cabo ya que el sistema escolar es uno de los aparatos institucionales que a lo largo del tiempo se ha mostrado más renuente a los cambios. Las propuestas de cambio vienen siendo más de mejora que de innovación profunda, del orden de lo que se podría denominar ‘más de lo mismo’ ya que las estrategias difícilmente cuestionan los supuestos profundos que estructuran el modelo educativo clásico. No se trata de reformar el viejo sistema (eso es lo que ha fallado hasta ahora) sino de buscar cómo se reemplaza la solución (el modelo organizativo) que encontró la modernidad para transmitir conocimiento ‘socialmente válido’ de manera masiva. Hoy el desafío es producir algo más que un mero cambio o mejora del modelo educativo tradicional. Los cambios necesarios son tan drásticos que parecería que estamos en un escenario en el que no alcanza con encarar meras ‘reformas’. Por detrás de la crisis educativa, pareciera que en la actualidad se transita por una verdadera mutación que acompaña (con ritmo diferente) la mutación de otros procesos. Por su complejidad y profundidad, este no es un cambio posible de ser planeado, pero sí posible de ser reconocido y alentado si se orienta la reflexión hacia elementos que permitan reconocer embriones del nuevo dispositivo organizativo que está generando la sociedad actual (sociedad del conocimiento). Es innegable que en las últimas décadas se ha logrado un aumento gradual en la tasa de escolaridad en América Latina y el Caribe. La expansión es consecuencia de un aumento significativo en la cobertura, especialmente en primaria y primer ciclo de secundaria. En primaria se ha logrado una cobertura casi universal, y en secundaria básica se ha llegado a 70% aproximadamente. Como contraparte, el acceso al nivel secundario superior es significativamente menor, siendo el último ciclo educativo de educación postsecundaria solamente accesible para una muy reducida cantidad de jóvenes (CEPAL, 2011). A pesar de que en Secundaria superior ha habido mejoras, las tasas de cobertura se encuentran aún en un 50% 1 . Estos logros, aunque insuficientes, se han conseguido con grandes esfuerzos. Más allá de la universalización del acceso a la educación primaria, es importante saber que existe un costo debido al rezago educativo de más de 9.000 millones de dólares (CEPAL, 2011). También es un logro haber avanzado significativamente en la cobertura a nivel preescolar: en 1990 solo el 36% de las niñas y los niños de 4 y 5 años asistía a la escuela, pero luego de 20 años la cifra ha crecido de manera sostenida hasta llegar a un 61%, aunque el acceso a la enseñanza preescolar es todavía significativamente desigual, desde una matrícula casi universal en casos como Cuba y México, a una cobertura del 30% en países como Guatemala, Honduras y República Dominicana. Esta disparidad es aún más marcada si se comparan zonas rurales frente a zonas urbanas. Por otro lado, a pesar de la mayor 1 Según Alfonso et al. en la población de 20 a 24 años la cobertura educativa es todavía de uno de cada tres estudiantes. (Cf. Alfonso, M; Bos, M; Duarte, J; Rondón, C, 2012)

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