Oportunidades de Aprendizaje
Las ‘reglas’ que regulan la organización El core pedagógico ocurre, en la práctica, en entornos organizacionales (aula, escuela) cuyas ‘reglas’ han sido armadas para ser consistentes con las definiciones tradicionales de cada uno de sus elementos y por lo tanto responden al modelo organizativo tradicional. Existen autores que plantean que, a pesar de las reformas ocurridas en el campo de la educación y de los esfuerzos innovadores hechos por diferentes actores, estas reglas básicas no han variado en la corriente principal, y es por eso que las reformas no alcanzaron a ser transformaciones profundas. Sarason (2003) por ejemplo señala que se necesita cuestionar algunos axiomas sobre los que se basan los esfuerzos de reforma para adoptar una nueva perspectiva que permita establecer estrategias generales de acción más efectivas 33 . Sin desconocer que pueden existir otras, una primera mirada hacia las formas de organización típicas de la TBM permite resaltar cuatro ejes de organización (a ser reconceptualizados) que aparecen en todos los niveles organizativos y regulan estas relaciones. Estas son: la homogeneización, la organización rígida, el desempeño individual y la presencialidad 34 . La ruptura de estas reglas presenta interesantes oportunidades para la remoción de los actuales obstáculos que impiden una adecuada oferta de oportunidades de aprendizaje para todos a lo largo de toda la vida. La primera es el mandato de la uniformidad que se refiere a la estrategia de alcance , y se relaciona con la propuesta de distribución del servicio. El modo clásico (TBM) corresponde a la homogeneización , que debe redefinirse hacia la diversificación (OAM). Un sistema escolar organizado para la homogeneización debe transformase en un servicio capaz de atender las diferencias culturales, poblacionales e individuales. La segunda se refiere al modelo de organización, que en el modo clásico (TBM) se refiere a la existencia de una estructura jerárquica vertical y su rigidez normativa , que debe redefinirse como flexibilidad de normas y de organización (OAM). Un sistema escolar, una institución educativa y una dinámica de aula organizados desde un ‘deber ser’ deben transformarse en todas las instancias en un marco posibilitador de adaptaciones a las necesidades específicas, permanentemente cambiantes. La tercera regla es relativa al modo de desempeño de los actores , cuyo modo clásico (TMB) se refiere al desempeño individual y aislado , que debe redefinirse en el desempeño colectivo (OAM). El mandato de que el alumno debe trabajar solo (aunque comparta el espacio físico del aula), el maestro/profesor que tiene derecho a aislarse ‘cerrando las puertas del aula’, reflejan esta regla, del mismo modo que los directivos y los supervisores quienes también desempeñan sus tareas sin relación con otros actores. 33 Abundando en la reflexión sobre los obstáculos a los que se enfrentan los intentos de reforma, en el segundo capítulo de su libro El predecible fracaso de la reforma educativa Sarason aborda una de las que considera una dificultad fundamental de quienes se hallan tanto dentro como fuera de la cultura escolar: la incapacidad de ver la escuela como un sistema complejo de partes interrelacionadas. Sostiene que la planificación del cambio debe basarse en esta nueva perspectiva holística por lo que, frente a la tendencia establecida de comenzar con los problemas más importantes y llamativos, se destaca la posibilidad de centrarse en aquellos que aluden a elementos que (por ser los ejes estructurantes), a su vez conlleven cambios en todas las demás partes del sistema. (Sarason, 2003). 34 No se está planteando que sean las únicas, o las únicas importantes. Solo se han seleccionado estas porque parecen tener gran relevancia en las referencias bibliográficas e investigaciones sobre estos temas.
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