Oportunidades de Aprendizaje

Reconocer los ‘emergentes’ La distribución (relativamente) masiva del conocimiento ha sido posible porque se desarrolló una “tecnología básica de ‘ producción ’ de educación” (Tecnología Básica de la Modernidad - TBM ) a partir de la Didáctica Magna de Comenio, que está en la base de lo que se llama habitualmente el modelo tradicional. En términos generales, esta TBM subsiste hasta la actualidad y, si bien sus supuestos han sido refutados producto de avances teóricos, ellos todavía son parte de la práctica cotidiana del sistema escolar y están vigentes tanto dentro del aparato educativo como en el modelo mental (sentido común) de cómo define la sociedad qué es educar y cómo debe hacerse. La TBM tiene como objetivo distribuir el conocimiento complejo que debe transitar en la sociedad, más allá de lo que las relaciones familiares pueden otorgar. En su origen, este conocimiento era contracultural ya que luchaba con modelos mentales de la escolástica cuyos criterios de verdad no se apoyaban en la verificación empírica. Para llevarla adelante se definieron espacios institucionales ad/hoc para distribuirla, tales como las escuelas y aulas, división sustentada en la idea de que el aprendizaje debe tener un lugar definido donde ocurrir. Una de las principales tareas a realizar, es reconocer los posibles ‘emergentes’ 23 presentes en el contexto actual que permitan nuevas perspectivas no desde las tradiciones del pasado sino desde los retos del futuro. Comenzaremos por brindar elementos para identificar estos ‘emer gentes. Provisoriamente, y para empezar el tratamiento del tema, puede ser útil identificar dos ámbitos principales desde donde reconocer estos emergentes: por un lado mirar cómo se va redefiniendo el punto nodal del modelo base: ‘el core pedagógico’ (OCDE, 2013) y, por el otro analizar qué cuestionamientos existen acerca de las ‘reglas de la organización’ que estructuran su puesta en práctica, y cuáles son las alternativas que van apareciendo para su reorganización. Sin desconocer que pueden tomarse como referencia otros puntos de análisis, esta sería una primera base para empezar a pensar qué elementos pueden ser analizadores adecuados para determinar la profundidad de una propuesta de transformación y su potencial poder innovador para empujar el cambio de paradigma hacia una educación más acorde con una sociedad más justa que ofrezca a todos sus miembros más oportunidades de aprendizaje válido a lo largo de toda su vida. 23 “ (La) capacidad de auto - organización del mundo está presente…en todos sus ámbitos. … Es a través de tal auto - organización que el mundo articula espontáneamente sus fuentes más generales – materiales y no materiales- de ese cambiar y transformarse “complejos”. Y también, que a través de ella el mundo “resuelve” (asimismo auto -organizantemente) los eventuales conflictos entre tales fuentes, resultando todo ello en unos u otros de esos procesos que denominamos como “emergentes” -o sea, surgidos espontáneamente a partir de interacciones `locales´ en-red-adas- hasta conformar pautas `globales´, que a menudo nos sorprenden por ser contra-intuitivas, debido a la no-linealidad de esas interacciones `locales-en- red´ (es decir, a que pequeños cambios locales en ocasiones resultan en grandes consecuencias globales).” Sotolongo Pedro, Seminario Virtual “La revolución del saber contemporáneo”, Clase 6, Abril -agosto 2013.

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