Oportunidades de Aprendizaje

5. UNMARCOPOSIBLE PARAEMPEZARAPENSAR La naturaleza y sus leyes yacían ocultas en la noche; Pero esto no duró: pues el diablo exclamó: Dijo Dios “que sea Newton” y todo se hizo luz. “Que Einstein sea”, así el dilema restauró. ( Nature and nature's laws lay hid in night; God said 'Let Newton be' and all was light .) – ( It did not last: the devil, shouting “Ho. Let Einstein be” restored the status quo. ) Alexander Pope 1688-1744 (Epitafio de Newton) Sir John Collings Squire (1884-1958) Hay dos ámbitos principales desde donde reconocer los emergentes del nuevo paradigma: el core pedagógico y las ‘reglas’ centrales de su reorganización. El core pedagógico abarca cuatro elementos: el contenido ( qué ), el proceso de aprendizaje ( cómo ), la enseñanza ( de qué manera ), y los recursos ( con qué ). Para cada uno de ellos se pueden reconocer los modos clásicos de funcionamiento y modos acordes con los emergentes del nuevo paradigma. En cuanto al contenido, el desafío es pasar de la formación de un modelo mental lineal a la búsqueda del desarrollo del pensamiento complejo (competencias del siglo XXI); en relación con el aprendizaje, el reto es pasar de la repetición a la comprensión; en relación con la concepción acerca de la enseñanza se pasa de entenderla como la transmisión a través del ‘método’ a concebirla como un mix de experiencias para el aprendizaje. El cuarto elemento del core pedagógico es el uso de las TIC como parte de los recursos para el aprendizaje dada su capacidad de funcionar como palancas de cambio profundo. Estas redefiniciones en el core pedagógico deberían tener en cuenta los cambios en las maneras de ver y definir a los dos grandes actores de este proceso: los ‘aprendices’ y los ‘enseñantes’. El core pedagógico ocurre, en la práctica, en entornos organizacionales (aula, escuela) cuyas ‘reglas’ han sido armadas para ser consistentes con las definiciones tradicionales de cada uno de sus elementos y subyacen al modelo organizativo tradicional. La ruptura de estas reglas presenta interesantes oportunidades para la remoción de los actuales obstáculos que impiden una adecuada oferta de oportunidades de aprendizaje para todos a lo largo de toda la vida. La primera regla se refiere al mandato de la uniformidad. Un sistema escolar organizado para la homogeneización debe transformase en un servicio capaz de atender las diferencias culturales, poblacionales e individuales; la segunda se refiere al modelo de organización: un sistema escolar, una institución educativa y una dinámica de aula rígidos, organizados desde un ‘deber ser’ deben transformarse en un marco flexible, posibilitador de adaptaciones a necesidades específicas, permanentemente cambiantes; la tercera regla es relativa al modo de desempeño de los actores: un modo de desempeño centrado en el individuo debe transformase en un entorno de trabajo colaborativo que conforme redes de distintos niveles de complejidad; la cuarta y última regla se refiere a la presencialidad de enseñante y enseñado: un aparato organizativo diseñado en un momento histórico en que la única posibilidad de entablar relaciones era con la presencia física, debe transformase en un espacio organizativo que relativice esa presencia contemplando por un lado la incorporación de las tecnologías digitales, pero replanteando también la necesidad tradicional de que ‘el docente’ esté físicamente presente, o de que sea siempre un adulto certificado como tal.