Oportunidades de Aprendizaje

4. LAESPECIFICIDADDEAMÉRICALATINAYEL CARIBE Existe un reconocimiento acerca de que la región ha avanzado en la escolarización, pero también se reconoce la imposibilidad de avances profundos ya que la tendencia es a un mejoramiento marginal, lento, que está llegando al techo. De ahí la necesidad de que la reflexión sobre la forma concreta que debe tomar un nuevo paradigma educativo en la región sea hecha en clave de las características propias de América Latina y el Caribe. Hay, como es evidente, una restricción de recursos económicos. Dar educación, del modo en que hoy se hace, es sumamente costoso. En América Latina los techos presupuestarios de sus economías hacen imposible financiar educación de alta calidad para toda la población sobre la base del modelo occidental clásico de organización de la educación. La región requiere del desarrollo de una nueva propuesta que brinde la posibilidad de inclusión en el conocimiento para todos, cuyos costos estén al alcance de los recursos económicos con que cuentan los países. Un cambio del paradigma tradicional debe tener como condición la reingeniería de la escuela y del sistema educativo para lograr educación de mejor calidad, para más gente, con menores costos. Una segunda restricción está dada por la base cultural heterogénea de nuestra población. El análisis de los procesos de mejora educativa de los países que han logrado mejores resultados establece que el factor fundamental es la calidad de los docentes, entendiéndola como existencia de ‘docentes profesionales’. Esta capacidad de profesionalización generalizada supone una base cultural homogénea inexistente en la región. Una tercera restricción está dada por la clase de Estado propio de América Latina. El reto de la región se sintetiza en la idea de que un sistema tradicionalmente pensado para la homogeneidad debe ahora reorganizarse para dar paso a la heterogeneidad. Esto supone no solo la reforma del modelo organizativo del sistema escolar sino concomitantemente la reforma del Estado, bajo premisas extrañas a nuestra tradición como es la de la descentralización y también que se debe revisar la tradición de una estructura homogénea de los diferentes sectores del Estado (ministerios) y pensar cuál es el modelo organizativo más adecuado para una gestión masiva y descentralizada, como debe ser la del servicio educativo, que no es lo propio de otras áreas del Estado. Finalmente, pero no por eso lo menos importante, está lo que podemos llamar las limitación del pensamiento alternativo, que colocamos como parte de la escasez de recurso político, necesario para la movilización hacia un cambio y mucho más si se trata de un cambio de la envergadura del que se enfrenta hoy la región en el tema educativo. Para liderar este pensamiento prospectivo se requiere de una clase intelectual capaz de generar pensamiento pertinente para la región, que sea capaz de cuestionar el status-quo de las discusiones académicas. “América Latina y el Caribe han avanzado mucho en las recientes décadas. A partir de los esfuerzos políticos y financieros, de las demandas sociales y de la abogacía y orientación de las entidades internacionales, los sistemas educativos de los países de la región se han ampliado para recibir a una enorme mayoría de niños, niñas y adolescentes entre los 5 y los 15 años. Pero este progreso deja aún muchos bolsones de exclusión: actual o potencial: niños y niñas que ingresan tarde al sistema educativo, que fracasan reiteradamente, que no encuentran experiencias pedagógicas que les permitan desarrollar sus capacidades y que viven situaciones de discriminación. Niños, niñas y adolescentes que, en muchos casos, agregan a esas situaciones escolares la injuria de condiciones de vida dramáticamente empobrecidas, precarias, humillantes.” (UNICEF, 2012: 17). En lo que se refiere al futuro de la educación en la región, la reflexión habitual abarca los temas de gestión del cambio y de fina nciamiento y se centra en el “análisis regional de la situación actual de la educación y sus desafíos, los recursos adicionales necesarios para cumplir al 2015 las metas básicas en educación, 0000000

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