Oportunidades de Aprendizaje
PARTEB-HACIAUNAVISIONALTERNATIVA El agotamiento de la propuesta educativa tradicional hace urgente avanzar hacia la construcción de una visión alternativa que permita resolver las deudas del pasado, muchas de las cuales están ancladas en la tradición educativa. Esta visión alternativa debería suponer una verdadera mutación, por lo que es difícil imaginarla ya que lo habitual es pensar el futuro desde las tendencias pasadas, lo que no facilita imaginarlo desde los emergentes de un nuevo paradigma. Se trata entonces de hacer un ejercicio para encontrar los nuevos caminos de la educación evitando las trabas que imponen las tendencias del pasado. 3. SOCIEDADES DE CONOCIMIENTO Y APRENDIZAJE CONTINUO La inclusión educativa no debe ser entendida como la masificación del acceso a la educación. Múltiples análisis cuantitativos demuestran la perpetuación de la inequidad aun cuando el acceso está asegurado. El derecho a la educación es el derecho a aprender, por lo que la inclusión significa brindar oportunidades educativas significativas y relevantes al contexto en que se encuentran los alumnos. Otra dimensión de la inclusión es la (in)capacidad de incluirse en el mundo productivo. No es nuevo el hecho de que el conocimiento es la base del crecimiento. Lo nuevo es la velocidad con la que el conocimiento se genera y se transmite que hace que el conocimiento sea, en el mundo actual, la propiedad más valiosa e importante, por lo cual quienes pertenecen a la sociedad del conocimiento deberán ser estudiantes toda su vida para no quedar rezagados frente a la rapidez de generación de nuevos saberes. Las capacidades y competencias para la economía del conocimiento incluyen, además de los conocimientos objetivos, lógicos o racionales (el conocimiento científico propiamente dicho), también otros elementos subjetivos, analógicos o emocionales, como la intuición, la sensibilidad y la expresión artística, que pueden y deben ser enseñados. Existen claras señales de que el modelo educativo actual ya no es efectivo, y que la verdadera equidad educativa requiere un rediseño del sistema escolar. Los sistemas educativos se deben resignificar en sistemas de aprendizaje a lo largo de toda la vida, con un enfoque centrado en el estudiante y los aprendizajes, los cuales ocurren tanto dentro como fuera de la escuela, con la mediación de los docentes, pero también de otros actores tales como voluntarios, profesionales, expertos o los propios compañeros, lo que conlleva la extensión del perfil de los educadores. Inclusión educativa El compromiso hacia la construcción de una sociedad más justa supone, en el caso de la educación, oportunidades equivalentes de inclusión de todos en el conocimiento, sin distinción de género, raza, o religión11. En este marco, para que exista justicia social y se haga realidad el derecho de todos al aprendizaje significativo (inclusión), se debe distribuir ‘conocimiento válido’. Por ello, evitar la exclusión no es simplemente resolver la cuestión de la asistencia física a la escuela (que no es una cuestión menor, sin duda) porque, aunque se concurra a ella, existe exclusión cuando no hay “oportunidad de desarrollar 11 Esto requiere acordar una redefinición del concepto de inclusión, superando la mirada más generalizada que tiende a homologar el concepto de inclusión con ‘estar dentro de la escuela’, ‘ocupar un banco, que define prioritariamente la inclusión desde la e scolarización, entendiéndola en el marco de la expansión del sistema escolar, mirada que permea muchas de la reflexiones actuales y, sobre todo, mucho del discurso político en los países de la región.
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