Gobernanza en la Educación Chilena y Uruguaya
44 Los mecanismos de rendición de cuentas son importantes en términos de equidad y calidad educativa. Es necesario desarrollar iniciativas que fortalezcan la rendición de cuentas para empoderar a los docentes, padres y alumnos. La rendición de cuentas no sucede naturalmente. Es necesario preparar adecuadamente a todos los actores involucrados. Los hallazgos implican diversas líneas de acción, tales como la mejora de los sistemas de información, el desarrollo de canales de comunicación y la aclaración de las consecuencias de los malos resultados. Además, quienes están a cargo de tomar decisiones, deben tener en cuenta que la rendición de cuentas no es sólo una cuestión técnica sino también un tema político y cultural. El tipo de provisión y financiación no probó ser una importante variable explicativa de resultados académicos. Sobre esta base, las políticas educativas deberían esforzarse por balancear los efectos regresivos de la estratificación social en educación. Los recursos humanos y materiales disponibles del sistema educativo deberían ser distribuidos de forma de asegurar un mayor apoyo a las áreas vulnerables y por lo tanto acortar la brecha entre las escuelas. La investigación cualitativa sugeriría la necesidad de mejorar el diseño de estos incentivos y los elementos sobre los que se basan (puntajes de las pruebas, etc.). La creación de incentivos efectivos para los docentes es un aspecto fundamental para atraer y retener docentes en los contextos vulnerables. La investigación arroja luz sobre el rol potencial de fortalecer el prestigio social docente y el uso de incentivos no materiales y simbólicos para promover buenas prácticas; el reconocimiento relacionado al valor social de la docencia debe ser incorporado a la producción de políticas. Los incentivos corren el riesgo de transformarse en fines en sí mismos más que ser un medio para asegurar el proceso de enseñanza-aprendizaje exitoso y esto se debe evitar. Aunque la evidencia de sus efectos es aún incipiente y limitada, los incentivos emergen como una herramienta interesante y complementaria para las políticas educativas que buscan mejorar la contratación, retención y principalmente la efectividad de la actuación docente. Finalmente, los incentivos no pueden ser entendidos de manera dicotómica. Deben ser percibidos como tales por los actores en una matriz cultural específica. Esto debe considerarse a la hora de diseñar incentivos para un sistema educativo específico. Las políticas educativas para promover la calidad y la equidad en la educación básica deben ser articuladas con el desarrollo de políticas aplicadas para promover la salud, nutrición y protección. Como consecuencia, los cambios institucionales del sistema educativo deberían dirigirse a la promoción de la coordinación con otros sectores sociales.
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