Gobernanza en la Educación Chilena y Uruguaya

37 “ El concepto de autonomía muy mal entendida, es: yo hago esto porque a mí me parece, yo soy el experto y el especialista, a mí no me tienen que decir. Si vos no sos de la materia qué me venís a evaluar clase…esas cuestiones, baja, baja aceptación de crítica o de aceptación de sugerencia. Eso se mama de las generaciones anteriores. Y es parte de esa cultura” (Uruguay/director/centro privado/buenos resultados) Para el caso de Chile, cuando se preguntó sobre SIMCE y sus efectos, los docentes y directores fueron muy críticos de sus limitaciones y su falta de reconocimiento de variables contextuales que intervienen en los resultados. En Chile se expresó cierta preocupación en relación a los parámetros de homogeneización con los que fueron comparadas escuelas muy diferentes. Paradójicamente, el discurso predominante en escuelas privadas era el de que el SIMCE era una medida muy limitada de los logros de los alumnos y que fue tomada como una de varias indicaciones para medir su éxito educativo; el énfasis estaba puesto en educar pensadores críticos y alumnos con principios y no tanto en el logro académico. Las autoridades de las escuelas privadas relativizaron su importancia y declararon que los padres no comparaban la escuela con los resultados de esta evaluación nacional. Esto podría deberse, por supuesto, al hecho de que las escuelas privadas se desempeñan considerablemente mejor que el resto. “El SIMCE no es el único indicador evidentemente. En ese sentido también pecamos de no darle como una reparación tan específica en el tiempo, como hacen otros colegios que preparan para la prueba”. (Chile/director/privado/buen SIMCE/pequeño). Los resultados SIMCE ocuparon una parte fundamental en la cultura escolar en escuelas públicas y privadas subsidiadas. Los docentes expresaron la presión que sintieron de los padres, las autoridades escolares y municipales cuando se informaban los niveles de logros pero al mismo tiempo expresaron sentir impotencia al intentar modificar los resultados por medio de la instrucción. Adicionalmente, algunos docentes fueron muy cínicos sobre SINCE como un fin en sí mismo más que un medio para detectar áreas de mejora. Muchos de los entrevistados se refirieron a la cultura de “preparación para exámenes” que se ha instalado desde la implementación de SIMCE: “Los docentes enseñanza para el SIMCE, y le dicen a ciertos alumnos que se queden en sus casas el día de la prueba” (Chile/docente/privado/buenos resultados) Una entrevista muy interesante con una docente de una escuela municipal arrojó luz sobre otro aspecto interesante resaltado en la revisión de la literatura; hay grandes niveles de información diferenciales de un contexto a otro lo que afecta la recepción de este tipo de exámenes por parte de los padres. De acuerdo con esta docente, donde parecería ser que SIMCE cuenta con mayor poder es precisamente en los contextos más vulnerables. Este es un hallazgo interesante ya que subraya la importancia de contrarrestar la “imperfección de información” en términos de cómo se rinden cuentas por los logros.

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