Gobernanza en la Educación Chilena y Uruguaya
13 ha concentrado en la necesidad de transferir la administración de los servicios educativos a aquellos políticos y técnicos que mejor los conocen (McGinn yWelsh, 1999). La descentralización ha sido la tendencia dominante en muchos países latinoamericanos, con una gran variedad de formatos. La descentralización de los sistemas educativos puede tomar diversas formas (Hanson, 1997). Hanson distingue entre desconcentración, delegación, traspaso de autoridad y privatización. Todas las formas son comunes en el sector educativo y, aunque poco frecuentes, existen ejemplos de modelos híbridos de descentralización (EQUIP 2, 2005). Además, Di Gropello (2004) distingue tres modelos principales de descentralización asociados a diferentes modalidades de rendición de cuentas (modelo del BancoMundial). Es preciso reconocer diferentes dimensiones de descentralización según los tipos de decisiones a descentralizar en los sistemas educativos (Winkler, 2004). Primero, es necesario observar cómo se organiza la instrucción, y comprender cómo se selecciona cada escuela, cómo y quién estructura el tiempo de instrucción, cómo se seleccionan los libros de texto, cómo se definen los contenidos curriculares, y cómo se determinan los métodos docentes. En segundo lugar, es preciso analizar cómo se administra el personal, cómo se contratan y despiden los directores, cómo se contratan los docentes, cómo se definen y ajustan los salarios docentes, cómo se asignan las responsabilidades pedagógicas, y cómo se determina la capacitación y el desarrollo docente. Tercero, existe una dimensión referente a cómo se planifica y estructura el sistema educativo. Esto implica decisiones como por ejemplo: cómo se establecen y cierran escuelas, cómo se seleccionan los programas ofrecidos, cómo se define el contenido de los cursos, y cómo funcionan las evaluaciones de monitoreo escolar. Por último, existen decisiones relacionadas a los recursos, por ejemplo, cómo se desarrolla un plan de mejora, cómo se asigna el presupuesto para personal, y cómo se asignan el presupuesto general y los recursos para capacitación docente. Morduchowicz (2010) muestra que en las reformas educativas en América Latina la descentralización no ha sido seguida de patrones de asignación de recursos a las unidades locales que les permitan asumir sus nuevas responsabilidades. 2.1.2. Debates y controversias Hasta el momento los estudios no han podido probar una relación directa entre la descentralización y una mejora en la educación, en lo que respecta a calidad, equidad o eficiencia (Hanson, 1997; di Gropello, 2004). Entre otros factores que explican esta desventaja, debe mencionarse que es particularmente difícil distinguir los efectos de la descentralización de otros componentes de los complejos procesos de reforma implementados en América Latina en las últimas décadas. En el caso de Chile, por ejemplo, ha sido difícil evaluar si la mejora educativa de los 90’ fue producto de la descentralización o de los programas c ompensatorios (di Gropello, 2004). Es más, existen pocos lineamientos claros que establezcan que los sistemas
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